Son muchas las personas que deciden caminar por su arena dorada y sentarse en sus rocas en una tarde de sol o mismo tras una caminata por sus enamoradizos senderos. La playa es una de las más pequeñas de la villa, cuenta con 130 metros de largo y 15 metros de ancho y por este motivo es elegida por mucha gente que busca exclusividad y calma. Además, ofrece protección de los vientos, ya que está encajada en los acantilados y ofrece vistas espectaculares de la ría de A Coruña. Con características similares se suman la playa de Estacas y Centeás que se encuentran a aproximadamente 1 kilómetro.