Este mirador se encuentra en Cervás (Ares), cercano al Castillo de La Palma y enfrente del Castillo de San Felipe en Ferrol.
Junto a la ubicación del actual mirador, el castillo de San Martiño y las otras dos fortificaciones eran las encargadas de la defensa de Ferrol por mar, convirtiéndola en inexpugnable ante las flotas invasoras.
La defensa era posible gracias a las cadenas que unían San Felipe y San Martiño, y de las que todavía se pueden apreciar algunos de los eslabones. El sistema de cadenas ejercía como un férreo mecanismo de defensa que detenía a los barcos, para que después desde el Castillo de la Palma hundiese las embarcaciones con sus cañones. La conjunción de los tres castillos y su actuación defensiva se conocía como ‘El triángulo de fuego’.
La construcción de la fortificación de San Martiño, al igual que la del Castillo de La Palma, fue obra de Miguel Marín alrededor de 1597. Disponía de once cañones que alcanzaban una distancia entre 600 metros y 1 ‘5 kilómetros.
En la actualidad, el castillo ha desaparecido debido al desuso que sufrió a partir del siglo XIX, quedando muy poco de él, salvo algunas partes en las que se aprecian la mampostería y muros de sillares en el mar junto a lo que quedan de los anclajes de las cadenas que unían a San Felipe. Existe ahora un faro con diversos instrumentos para la señalización de la costa en la ría de Ferrol.
En la ensenada donde se encuentra, la de Nande, también se ubica una roca con forma circular conocida como o “Cu da Raíña” en la que se cuenta que la reina Mariana de Neoburgo estuvo sentada tras el naufragio de su barco hasta que los vecinos de Mugardos la rescataron.